
Es por ello que los invito a que conozcamos más detenidamente qué es lo que sucede en el país y no creamos todo lo que nos dice la prensa o la televisión, es posible que estos medios nos transmitan información verdadera, sin embargo ese no siempre es el caso. Debemos ser críticos ante lo que se nos dicta como realidad y poseer una opinión sólida y basada en hechos, para juzgar siempre lo que sucede. Debemos evitar ser uno más de los que creen sin debatir ni dudar, ya que es la curiosidad la que nos lleva siempre a la verdad. Los medios de comunicación muchas veces pueden ser como el opio para la sociedad ya que estos opacan el entedimiento de la realidad y la manipulan a su antojo. Los informadores comunican a las personas únicamente lo que para ellos es relevante. También publican sólamente los datos que al gobierno le conviene que conozcamos. El acceso ilimitado a la informacion es un privilegio que tan sólo algunos, y es así como fijan la agenda de la población.
Por otro lado, vivimos en un mundo en el que nos vemos amenazados en cada instante y nos preocupamos por situaciones que quizás antes no tenían importancia alguna, como lo es el hecho de tener las ventanas del carro arriba en todo momento, ya que puede una motocicleta puede pasar y robarnos o en el peor caso, matarnos. Es así el marco que se nos presenta, vivimos bajo temor de hablar, son muy pocas las personas que tiene la valentía de manifestar su descontento ante las injusticias diaria. Es cierto que algunos grupos de civiles se unen para manifestar sus inconformidades, aun así, las ocacionales revueltas crean caos en el país.
El día de ayer en Prensa Libre, un artículo llamado “Violencia puede llevar a un trauma social, señala experto”, me llamó mucho la antención. El psicólogo Rigoberto Rivera,coordinador del Programa Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública, dice que “de todo lo negativo que existe en la situación de violencia actual debe tomarse los aspectos positivos: se puede compartir más tiempo con la familia, con juegos de mesa, practicar juegos tradicionales como el trompo, canicas, cuerda; participar en las actividades de escuelas saludables o hacer paseos ecológicos seguros.”
Podemos aplicar aquí el dicho: “Al mal tiempo buena cara”, sin embargo no hay que dejar de estar consciente que los tiempos actuales están empeorando y que se debe de tomar iniciativa. No solamente jugar trompo, canicas o saltar a la cuerda. Si cada uno de los ciudadanos se une, se puede formar un movimiento en el cual se exija justicia y se le solicite al gobierno un plan eficaz que prevenga las atrocidades que se están viviendo hoy en día.